Es una mañana sorprendentemente fría en Durango, el sol brilla en todo su esplendor, pero no calienta como habitualmente lo hace en esta zona.
Al preparar el avión para el vuelo noto que no hay nubes en el cielo...aunque la visibilidad esta bastante reducida por la bruma, pero eso no sera inconveniente.
Los reportes meteorológicos de las estaciones por las que cruzaremos reportan algunas nubes dispersas y visibilidad reducida por bruma, nada de que preocuparse.
Desde el despegue el avión se mueve mucho, la turbulencia es moderada constante y se mantiene así durante el ascenso y hasta al nivelarnos...sera un vuelo bastante incómodo.
Apenas nos acercamos al centro del país las condiciones empeoran, la visibilidad se reduce aun mas, la temperatura desciende, la turbulencia incrementa...y al fondo, se observa una barrera impenetrable, las bases llegan casi al suelo (algunas incluso están descargando) y las cupsides llegan hasta donde el ojo alcanza a ver.
Es una fortaleza protegiendo la capital!!! Una fortaleza blanca y esponjosa, pero imponente y peligrosa, formada de hielo, agua, viento turbulento y fuerte actividad eléctrica...una barrera que no tengo mas opción que atravesar, cual Quijote, decidido cabalgando su feroz Rocinante, al envestir molinos de viento, me lanzo al ataque confiando en mis 310 pegasos...
Las condiciones son tan malas como esperábamos, fuerte turbulencia, bajas temperaturas, lluvias ligeras y visibilidad nula, difícilmente alcanzamos a ver la nariz del avión. Lo único que alcanzo a ver son las entrañas de las nubes, que voraces intentan digerirnos...de pronto el cielo se ilumina con un trueno y es cuando me doy cuenta del tamaño de tormenta en que estamos.
Al iluminarse el cielo nos muestra mucho mas de lo que hubiera jamas imaginado...no es solo una capa blanca dentro de lo que me encuentro, son nubes, llenas de pliegues y formas...un espectáculo hermoso.
Ahora, la turbulencia disminuye, la visibilidad poco a poco aumenta y lo primero que veo es el cielo azul y despejado frente y sobre nosotros, el avión escarchado desde la nariz hasta el empenaje, las alas sudando por el intrados y el borde de salida.
Es la primera tormenta de la temporada, tan grande, tan imponente, tan peligrosa...pero es tan solo un pequeño aviso de lo que viene....por momentos incluso me hace dudar y preguntarme si vale la pena tomar el riesgo, si vale la pena intentarlo. Pero después recuerdo porque estamos aquí, recuerdo que esto es parte de la magia de la aviación, que estamos aquí para desafiar la gravedad, convivir con las condiciones adversas, disfrutar de las emergencias, apreciar el mundo desde una perspectiva diferente, dominar las máquinas...en conclusión, estamos aquí por la gloria, no por el oro!
Live to fly, fly to live
For Common People Sky Is The Limit...For Us Who Love Aviation, Sky Is Home
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